Los taxistas han tomado hoy la calle a pie en Barcelona. Hasta las ocho de la tarde no volverán a conducir para protestar contra lo que llaman "intrusismo laboral". Un intrusismo con nombres propios: Uber y Cabify, los servicios de alquiler con conductor que compiten con el taxi. A las puertas del Ayuntamiento, compañeros del gremio pedían calma a los que lanzaban objetos contra el edificio. A esta protesta se unían los taxistas madrileños durante dos horas. Los taxistas denuncian que la llegada de empresas extranjeras provoca precariedad. Las autoridades municipales podrían hacer mucho más, dicen, y auguran un conflicto social.
-Redacción-