Suad al Kathabi, 22 años y madre de un bebé de cinco meses, murió pisoteada el pasado jueves en una avalancha en el paso fronterizo de Ceuta. Su familia sobrevivía gracias al paso de mercancías, como miles al otro lado de la frontera de Ceuta. No les daba para pagar ni la luz ni el agua. Su marido se encontró indispuesto y fue ella la que cargó con el fardo. Al cruzar la frontera, fue pisoteada y aplastada por la multitud. La apertura de un nuevo paso fronterizo, hace sólo un mes, ha provocado, según los sindicatos, un efecto llamada de porteadores. Se hacinan más de 10 mil, con sus bultos, pero España sólo permite el paso de 4 mil mediante un sistema de tarjetas que genera malestar a un lado y otro de la frontera. Transeúntes y sus paquetes y muchas horas de espera que provocan peligrosas oleadas. Otra mujer perdió cuatro dedos en un intento desesperado por cruzar a empujones, que se agrava cuando de imprevisto Marruecos decide cerrar la frontera.