Varios antropólogos se han infiltrado en la noche para conocer sobre el terreno cómo es el ocio juvenil. Este primer estudio antropológico descubre que los jóvenes asocian el ocio al consumo de drogas y dicen hacerlo de una manera controlada. El grupo de amigos rechaza al que se excede. Su objetivo cuando salen es alcanzar "el puntillo" para pasárselo bien. Empiezan con alcohol y cannabis y según pasan los años incorporan otras sustancias, cada vez más químicos. Consideran que sólo hay peligro para los que se exceden y por eso miden y creen sopesar todo lo que consumen. Ariet Castillo y Enrique Moral, antropólogos, han comprobado que, a veces, se les va de las manos.
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