En Valencia siguen celebrando su fiesta más internacional: las fallas. Los turistas viajan atraídos no solo por este evento, sino también por el sol. En la ciudad huele a buñuelos y a churros y suenan los disparadores de las cámaras de fotos. La parada obligatoria para todos los asistentes es la falla ganadora, 22 metros de altura y mucho colorido. Todavía quedan dos días por delante para seguir festejando.