La misa de Ramos queda interrumpida por esta explosión: una bomba colocada bajo uno de los bancos cercanos al altar desata el pánico entre los fieles. Las carreras continúan en el exterior de esta iglesia copta, cien kilómetros al norte de El Cairo...El atentado, reivindicado por el Daesh, deja decenas de muertos y de heridos. "Es muy doloroso, pero no conseguirán dividirnos", dice este hombre.
Tres horas después, nuevo golpe del ISIS a los coptos en Alejandría. Minutos antes de esta escena este terrorista suicida se acerca a la catedral de San Marcos. El policía no lo deja entrar. Entonces se dirige al arco de seguridad y una vez allí detona su cinturón de explosivos.
"Los dos agentes saltaron por los aires", explica esta mujer.
Poco antes el Papa copto había presidido en el templo las celebraciones de Ramos. Hay lágrimas y consignas contra los responsables de un atentado que se ha cobrado más de diez víctimas.
"Me empujaron y cuando me levanté vi cuerpos por todas partes", explica este herido.
Según un medio local, las fuerzas del orden han desactivado dos artefactos más en una mezquita.