Lo que parecía una protesta más de la oposición venezolana ha terminado como una auténtica batalla campal entre opositores y chavistas. Encapuchados y directos contra la policía, que tiene órdenes de cargar contra ellos. Mientras tanto Maduro, ajeno al caos, se muestra orgulloso de la actuación policial. La tensión es cada vez mayor después de que el Tribunal Supremo eliminara las funciones del poder legislativo. Los productos básicos escasean. Caracas sigue parada un día más por la violencia.
-Redacción-