Cedric Anderson entró a las 10 de la mañana en la escuela californiana en la que trabajaba su exmujer. Hacía pocas semanas que se habían separado. Encontró su clase y comenzó a disparar. Mató a su expareja e hirió de bala a dos niños. Uno de ellos ha fallecido pocas horas después. Después de conseguir su objetivo, el asesino se suicidó. Tenía antecedentes por violencia de género y varios delitos por armas de fuego y drogas. Se calcula que en Estados Unidos hay 9 armas por cada 10 personas. Cada día hay 89 muertos en el país por heridas de armas de fuego.
-Redacción-