Miles de personas de las regiones más pobres del noroeste de Perú continúan su lucha diaria para recuperarse de las trágicas consecuencias de las inundaciones mortales que azotan a esta región del país. En concreto en Pirua se desbordó el río que lleva el mismo nombre a principios de esta semana y ha dejado a miles de personas completamente desprotegidas. El gobierno peruano ha declarado el Estado de Emergencia en Piura y ha entregado 25 toneladas de ayuda humanitaria, insuficientes para consolar a los residentes, que apenas pueden comer y beber agua potable. Además intentan buscar a sus seres queridos desaparecidos y protegen los hogares inundados de los saqueadores, sin casi recibir ayuda de ningún tipo. Un grupo de voluntarios ha comenzado a ayudar en la ciudad de Pedregal Chico, donde los vecinos viven ahora en un refugio. Señalan que las lluvias han dado una tregua durante dos días, pero que al no haberse instalado presas, el río ha continuado desbordándose y anegando la ciudad. Según cifras oficiales del Centro Nacional de Operaciones de Emergencia (COEN), unas 5.000 personas han sido rescatadas de la inundación de Piura. De las 98 personas muertas en todo el país debido a las inundaciones, 8 son de Piura. Al menos 895.400 personas de todo el país se han visto afectadas por las inundaciones. Un repentino calentamiento de las aguas del Pacífico frente a la costa desató lluvias torrenciales en las últimas semanas. Es parte de un fenómeno localizado de El Niño que se pronostica que se extenderá hasta abril. Y que está asolando a los vecinos más pobres de las regiones más pobres del país.
-Redacción-