Sergio Ramos y Gerard Piqué tuvieron anoche un nuevo cruce de declaraciones a cuenta de la expulsión del de Camas en el Clásico que terminó con triunfo del Barça en el último minuto. Ramos se dirigió a Piqué cuando se dirigía al vestuario aplaudiendo y diciéndole: "Habla ahora". Tras concluir el encuentro, Piqué se mostró convencido de que Ramos se arrepentiría cuando viese la entrada a Messi que provocó su sanción. Pero lejos de esto, el jugador blanco relacionó su expulsión con la presión a la que están sometidos los árbitros por tantos comentarios sobre sus decisiones. "El problema es que aquí están acostumbrados a unos arbitrajes muy permisivos", señaló Piqué. "La he visto 70 veces...en mi manera de entender el fútbol después de tantos años, es amarilla", respondió al culé.
-Redacción-