Un día después de la escenificación de la entrega de armas de ETA, repartidas en ocho localizaciones distintas del sudoeste francés, queda el trabajo más arduo y lento. El que está llevando a cabo ya la policía francesa y que le llevará varios días. El inventario completo del arsenal terrorista, con un análisis exhaustivo del estado de las sustancias explosivas, así como de un minucioso informe de balística y de los artefactos entregados en busca de huellas y perfiles genéticos que puedan ayudar en la identificación de integrantes de la banda y en el esclarecimiento de los atentados sin resolver. Investigación científica que, una vez concluida, será inmediatamente comunicada a la justicia española, a la Audiencia Nacional, que tiene previsto solicitar una comisión rogatoria a Francia para analizar todo ese material, del que se sospecha que ha sido limpiado previamente. Lo que no se verá, al menos de momento, ya que el juez Eloy Velasco ha archivado la denuncia es la llegada de los mediadores que han tenido contacto con la banda terrorista en este proceso, para declarar en Madrid, tal y como sí ocurrió hace tres años después de la verificación previa en Toulouse. Donde sí han declarado los llamados "artesanos de la paz es ante las autoridades judiciales francesas en calidad de testigos. Los 172 observadores voluntarios en los zulos también han sido identificados.