Ya es el novio de Europa y aspira a ser su marido. Y si de Bruselas dependiera, la boda con Emmanuel Macron no se haría esperar. Profundamente europeísta y liberal, la Unión mira con esperanza al candidato que puede reconstruirla, y con miedo a los dos euroescépticos capaces de destruirla. Marine Le Pen quiere cerrar las fronteras y recuperar la soberanía nacional en todos los ámbitos. Y Jean-Luc Mélenchon, renegociar los Tratados y derogar el Pacto de Estabilidad. Ambos plantean referendos de salida del Club de los Veintisiete, pero el candidato de la izquierda radical, si no se cumplen sus exigencias de fin de la austeridad.
Se la juega Europa, porque Francia es país fundador y junto con Alemania la locomotora de la alianza, pero también los partidos tradicionales galos, si se confirma la debacle socialista y el conservador François Fillon tampoco pasa a la segunda vuelta. Tiempos de cambios en un país acostumbrado a rebelarse contra el sistema.