Cuatro días después del incendio en una nave de Arganda del Rey en Madrid, los propietarios de las naves cercanas continúan sin poder acceder a ellas. Aún no se ha levantado el perímetro de seguridad completo porque sigue habiendo riesgo de derrumbe. Los peritos trabajan para valorar los daños en las naves. Algunos negocios han encontrado la ruina absoluta tras la explosión. Entramos en una empresa de perfiles metálicos y en otra de componentes que se encuentran a 50 metros de Requimsa. La onda expansiva arrasó las naves. Volaron los tejados, las ventanas, y se dobló la estructura del edificio por lo que habrá que derruirla y volverla a levantar de nuevo. Su dueño, José Ignacio Bisbal, cifra los daños en más de medio millón de euros, sólo en su negocio.
-Redacción-