La retirada de las banderas azules ha caído como un jarro de agua fría entre los hosteleros de la comarca del Mar Menor. Es una zona que vive del turismo. Hay 10.000 plazas hoteleras, 70.000 viviendas vacacionales y una amplia oferta de restauración y temen ver disminuidos sus ingresos. La consejería asegura que cuando se tomaron las muestras, el agua estaba muy turbia y que ahora la situación ha mejorado mucho. Insisten en que si se analizara el agua en este momento les concederían las banderas