Moisés tiene diez años, a los seis meses supo que era alérgico a la lactosa y luego vinieron el huevo, la fructosa o las legumbres.
Hasta el contacto y la inhalación de estos alérgenos pueden producirle urticaria o broncoespasmos. Por eso la higiene es fundamental.
Los casos se han disparado, porque el sistema inmunológico sufre más agresiones debido al excesivo procesamiento de los alimentos y a la contaminación, entre otros factores.
La incidencia también ha aumentado en bebés...
"Uno de los grandes causantes de las intolerancias en niños es la falta de leche materna", afirma el nutricionista Rubén Bravo.
El diagnóstico es clave para evitar enfermedades y las técnicas son variadas, aunque los análisis de sangre, las biopsias y los tests de aliento son los únicos métodos avalados por la comunidad científica.