Una llamada a emergencias alertó del suceso y cuando llegaron al domicilio de Alcobendas (Madrid) ya era demasiado tarde. Madre e hijo habían sido asesinados a puñaladas. Ella era vasca y trabajaba como camarera. El presunto autor del crimen, de origen marroquí, es la pareja sentimental de la mujer. Pero cuando la Policía llega a la vivienda no hay ni rastro de él. Tampoco del arma, la cual buscan hasta debajo de los coches. Antes de huir llamó a un familiar para confesarle lo que había hecho. Fue este quién dio la voz de alarma. No tenía orden de alejamiento, ni denuncias previas por malos tratos. Lo que sí tiene es una amplia ficha policial. En lo que llevamos de año van 22 mujeres y 4 menores, víctimas de la violencia de género.
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