Apuntaba alto y ha conseguido llegar donde quería. En el neoyorkino Empire State, Kara estrena reinado. Las curvas de la nueva Miss Estados Unidos no son lo que más llama la atención. Esta vez la corona la sujeta una química nuclear. A los 25 años combina las sesiones de fotos con su trabajo, nada menos que, en la Comisión Reguladora Nuclear. Por eso dice que piensa aprovechar el trono de la belleza para animar a ellos, adolescentes y niños, a que se interesen por la ciencia. Lo hará dando visibilidad a su propia fundación para la divulgación científica infantil. Es la novena afroamericana en ganar el título, de las 66 ediciones. La nueva Miss luce la banda orgullosa, y dice que prefiere hablar de igualdad antes que de feminismo. Con sus poses y sus convicciones va camino del certamen de Miss Universo.
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