Hace dos años y medio de la detención de Francisco Granados. Salía de su domicilio para iniciar el camino que le llevaría hasta la cárcel que él mismo había inaugurado seis años antes. Considerado el cabecilla de la 'trama Púnica', bautizada con su apellido en latín, entró en prisión incondicional por riesgo de fuga y destrucción de pruebas, argumentos que ha sostenido el juez para negarle hasta en ocho ocasiones la salida de la cárcel que Granados ha solicitado persistentemente. El exconsejero de la Comunidad de Madrid argumentaba en sus escritos que tiene que "cuidar de sus hijas en su modesta casa hipotecada" y recordaba que tras el embargo de sus bienes, su familia se ha quedado con una ridícula cantidad de ingresos, según sus palabras. Esta vez, el juez, con los últimos registros hechos y el secreto de sumario levantado, considera que ha disminuido el riesgo de destrucción de pruebas y fuga, y le abre la puerta de la cárcel si deposita 400.000 euros de fianza. Si lo hace, quedará en libertad, pero tendrá que comparecer cada 15 días en los juzgados y no podrá salir del país.
-Redacción-