El virus informático que se alimentó de la desidia

Publico 2019-04-01

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24 horas después empiezan al controlarse los efectos del mayor ciberataque global de secuestro de datos. Este es el estado de expansión ahora del virus wanacry, todavía quedan 1.100 equipos infectados y bajando. Lejos de los más de 50.000 ataques en 74 países que se llegaron a registraron ayer. Los ciberdelincuentes además no han conseguido su objetivo, sólo han cobrado un rescate por una veintea de equipos. En total habrían conseguido hasta ahora unos 7.500 euros. Este viernes consiguieron alarmar al mundo. Mediante el envío de correos electrónicos infectados, llegaron a atacar a miles de empresas y corporaciones y se saltaron la seguridad de un titán como Telefónica. La compañía llegó a pedir a sus empleados que dejaran inmediatamente los ordenadores. Hoy hemos sabido por qué pudo infectar a los equipos de una de las compañías que más invierte en seguridad informática en España. En marzo Microsoft ya alertó del fallo de seguridad y publicó un parche para solucionarlo. Dos meses después los equipos infectados no habían sido actualizados. Es como conducir sin cinturón. El responsable de Big Data e Innovación de Telefónica, Chema Alonso explica hoy en su blog, que algunos equipos requieren de un tiempo de verificación antes de actualizarse. La compañía está ahora recuperando los datos secuestrados a través de sus copias de seguridad. El país más afectado, Reino Unido, todavía intenta recuperarse del colapso de su sanidad pública. El virus afectó a más de 40 hospitales y a decenas de miles de pacientes. Cientos de operaciones suspendidas, ambulancias desviadas y pérdidas significativas de datos. Algunos no podrán recuperarse. Empresas como FedEx, Renault, que ha suspendido la producción en varias plantas francesas por seguridad, o hasta el Ministerio del Interior ruso han reconocido haber sufrido el ataque que aprovecha el agujero de seguridad de Microsoft. Podía haber llegado más lejos pero dos informáticos británicos encontraron una solución. Descubrieron que el virus usaba una dirección de internet antes de atacar. Así que compraron esa dirección por apenas 10 euros y consiguieron desviar los ataques hacia un servidor bajo su control hasta que el virus se desactivó. Hasta ese momento se estaban produciendo 5.000 conexiones por segundo. La Europol ha reconocido que el ataque es de un nivel sin precedentes y que requerirá de una compleja investigación interanacional para identificar a los culpables.

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