Con una Chilaba marrón, la capucha puesta y sacando la basura grabaron a Salman Abedi el julio pasado. La policía sospecha que ya entonces, hace un año, estaba preparando el atentado. Lo creen, porque por aquel entonces abrió una cuenta bancaria que sólo uso para pagar tornillos, tuercas y clavos en dos ferreterías, el material que usó de metralla en su bomba, y compró tantos que las autoridades creen que era demasiado para un solo artefacto. Desde el atentado se han sucedido las redadas. La última en una casa de Cheetam Hill esta madrugada. 13 personas han sido detenidas desde el lunes, tres de ellas, tres hombres de 44, 22 y 20 años en las últimas horas. Once personas siguen bajo custodia y otras dos, una mujer y un joven de 16 años fueron puestos en libertad sin cargos. La investigación continúa abierta, aunque la policía cree que la célula terrorista relacionada con el atentado ha sido desmantelada casi por completo. Entre los arrestados está casi toda la familia del terrorista suicida. En Manchester detuvieron a su hermano mayor, en Trípoli a su padre y a su hermano pequeño, al que las autoridades libias acusan de estar preparando un atentado en aquel país. Salman Abedi se entrenó con el ISIS en Siria y su hermana dice que se radicalizó al ver los bombardeos por televisión. Otras personas que lo conocieron cuentan que cambió tras presenciar el asesinato, a puñaladas, de un amigo suyo. Desde entonces habría empezado a quejarse de que a los musulmanes se les maltrata en el Reino Unido. El viaje sin retorno de Salman Abedi arranca en Libia cuatro días antes del atentado. Desde allí viajó, vía Alemania, hasta Manchester donde se alojó en un apartamento de alquiler. El dueño del inmueble también está siendo interrogado, porque se cree que Abedi montó allí la bomba con la que se hizo estallar en el vestíbulo del Manchester Arena.
-Redacción-