El Gobierno ha decretado el estado de emergencia en nueve localidades de la provincia canadiense de Quebec, donde sufren las peores inundaciones en décadas. 1.600 militares trabajan construyendo diques de contención con sacos terreros en varias ciudades. Más de mil personas han sido evacuadas y el número de hogares afectados supera ya los dos mil. La policía busca desde ayer a un padre y su hijo que han desparecido arrastrados por el agua. Las escuelas y los edificios gubernamentales han sido cerrados.
-Redacción-