Bienvenidos a Penélles reconvertido en un auténtico museo del grafiti. Muchos de los 500 lugareños ya tienen su pared. Como Diana a quien le llueven los piropos. Los más jóvenes y los veteranos claro, en casa de Carmen luce el tato, con una retrato en plena fachada presumen de mito del pueblo. Noventa años vividos en estas calles. Tiene una explicación, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un festival de arte urbano en medio del campo, y 50 muralistas, 'spray' en mano, han invadido este municipio leridano. Y lo han conseguido, redecorarse o morir.
-Redacción-