Manuel Moix y sus hermanos heredaron cada uno el 25% de la empresa, ubicada en Panamá y sin actividad mercantil, excepto ser propietaria de un chalé en Collado Villalba. Un inmueble de tres plantas, valorado en 550.000 euros. Con seis dormitorios, cinco baños, dos salones, bodega y piscina cubierta. Nada que haga pensar en dimitir al fiscal Anticorrupción. Según Infolibre, los padres de Moix constituyeron la empresa en enero de 1988. Un mes y medio más tarde, la compañía compró la casa, siendo ya propiedad del matrimonio. La empresa permaneció oculta 23 años, hasta la muerte del padre en 2011. El PSOE pide la comparecencia urgente del ministro de Justicia y el resto ponen en duda que Moix pueda seguir en el cargo. Al heredar la empresa, los hermanos Moix la declararon a Hacienda con intención de disolverla. No lo hicieron, se justifican, porque uno de los hermanos no pudo hacer frente a los costes.
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