Los familiares se acercaban destrozados y entre lágrimas al colegio de sus hijos. Llegaban para la oración a las 11:00 de la mañana en memoria de Belén y José. Igual que cientos de alumnos con flores en la mano. La capilla con sitio para mil personas estaba abarrotada de amigos y compañeros. Todos consternados dejando numerosos mensajes en los dos alteres improvisados. Todos con la sudadera del 99 el año de su nacimiento. Belén y José, llevaban dos años de novios. Él aficionado al baloncesto, ella siempre sonriendo. Ayer terminaron su último eximente de 2 de bachillerato y habían quedado para celébralo en casa de Belén. Hoy el colegio ha puesto a disponibilidad de padres y alumnos un equipo de psicólogos por lo que pudieran necesitar. Una tragedia que nadie va a poder olvidar.