Mayor control policial en las calles, patrullas armadas vigilan los lugares más transitados.
Londres se encuentra en nivel máximo de alerta y la vigilancia se hace notar. Un nuevo ataque podría ser inminente tras el atentado en Manchester a principios de semana.
Los agentes cuentan con la ayuda de perros policía que olfatean estaciones de metro como la de King's Cross.
La policía también se ve obligada a blindar el puente de Westminster tras recibir un aviso de un vehículo sospechoso.
El país eleva las precauciones al nivel más alto para paliar la amenaza terrorista.