Con paso firme y entre una gran ovación de sus halcones republicanos más radicales desde los jardines de la Casa Blanca, Donald Trump, sonriente, anuncia la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático porque daña los intereses económicos estadounidenses. Asegura que es un pacto injusto que supondría la pérdida de 2,7 millones de empleos en 2025. Trump cumple así con una de sus promesas estrella de campaña y se aísla cada vez más con su discurso proteccionista. Frente a su intención de renegociar otro acuerdo climático más justo, Alemania, Italia y Francia ya han dicho que es imposible. Barack Obama, el expresidente de Estados Unidos que firmó el Acuerdo en 2015, ha dicho en un comunicado que confía en que los estados, ciudades y empresas estadounidenses sigan cumpliendo el acuerdo. Aunque Trump ha prometido que la salida de acuerdo será inmediata... legalmente no podrá solicitarlo hasta noviembre de 2019, tres años después de su entrada en vigor.
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