Rafa Nadal tocaba el cielo de París por décima vez con su proeza en el mundo del tenis.
El tour de la victoria comenzaba navegando por el Sena.
Aferrado a su copa, la décima del Roland Garrós, y con la torre Eiffel de fondo.
Lluvia de flashes para un campeón exultante, y a continuación baño de masas en los Campos Elíseos.
Todos quieren una foto o un autógrafo de él, y de nuevo posa para los medios como un ganador.
"Estoy muy feliz, súper feliz por todo lo que ha pasado. Han sido dos semanas mágicas para mí. He disfrutado mucho y he sentido el cariño de la gente en el Roland Garros" dice Rafa Nadal.
Sus fans lo adoran: "A muchos tenistas el éxito se les sube a la cabeza pero creo que él es muy humilde." dice una admiradora.
Porque no solo es el mejor deportista español de todos los tiempos, también uno de los más queridos.