Alrededor de 600 personas se manifestaron a última hora de ayer en Santiago de Compostela para protestar por el desalojo de una casa okupa y la carga policial posterior a ese desalojo. Tras recorrer varias calles de la ciudad, los manifestantes se han detenido ante la constructora ligada a la propiedad del edificio ocupado. Un amplio despliegue policial ha seguido de cerca toda la marcha, que ha finalizado sin incidentes. Muy distinto a lo que ocurrió el martes con la concentración posterior a la salida de los okupas.
-Redacción-