Poco ha durado la esperanza que esta imagen provocóen quienes esperaban que en un futuro cercano se normalizasen las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.Y de ello se encargó anoche el presidente estadounidense Donald Trump que desde Miami, volvió a la retórica de la guerra fría. Trump anunciaba que acabará con la opresión comunista que vive la isla y para ello ha decidido romper de manera unilateral lo que firmo su predeseror Obama con Cuba. Pero lo cierto es que la ruptura de Trump con Cuba se limita a tan solo dos cambios. Impondrá restricciones para hacer negocios con las empresas gestionadas por militares cubanos, que suponen el 60 por ciento de la economía del país y tambíen impondrá más restricciones a los viajes de los estadounidenses a Cuba. Desde La Habana, la respuesta ha sido más moderada de lo esperado y mantiene la puerta abierta al diálogo. Sin embargo, las condiciones que exige Trump a Cuba para sentarse a negociar, hoy en día paraceren imposibles. Este anuncio de Trump ha caido como un jarro de agua fría entre los ciudadanos cubanos. Esta marcha atrás en el deshielo de las relaciones con Cuba, también es consecuencia de la necesidad de Donald Trump de buscar mas apoyos entre su propio partido especialmente entre los conservadores republicanos de Miami, en un momento en el que el presidente trump está siendo investigado por sus relaciones con rusia y una posible obstuccción a la justicia que le puede costar el cargo.
-Redacción-