El bloque soberanista le ha puesto letra a su Ley del referéndum. Una ley suprema, dicen, para un régimen excepcional. La presentan en el Teatro Nacional de Cataluña, donde se han registrado colas para asistir al acto. La ley no establece una participación mínima para que el referéndum pueda ser vinculante,  ni siquiera una mayoría cualificada. Valdrá con tan sólo una papeleta más del "sí". Los impulsores reconocen que están haciendo un acto de desobediencia. Pero el president Carles Puigdemont tiene claro que, pase lo que pase con el Gobierno central, el Ejecutivo catalán "garantiza a los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña que el 1 de octubre votaremos".
-Redacción-