La sospechosa desaparición de Manuela Chavero, en Monesterio, Badajoz, sigue siendo una incógnita. La investigación apunta a que la mujer, de 44 años, abrió la puerta de su casa voluntariamente y no apagó la televisión ni las luces. Lo que, según las pesquisas, indica, que en su camino se cruzó alguien conocido.