De ser un humilde jugador en la cantera del Athletic a convertirse en el sempiterno presidente de la federación. Ángel María Villar, 30 años en el cargo en los que ha compaginado los éxitos deportivos de la selección española y en los que siempre ha estado rodeado de polémica. Ahora se investigan sus comisiones ilegales con la selección, pero hay más escándalos que planean contra él y su hijo Gorka. El caso de la federación, en el que se investigó si sus directivos cargaban sus viajes privados a las cuentas de la federación. O el caso Haití por el que un juzgado de Majadahonda le sentó en el banquillo por el desvío de 1,2 millones de dinero público destinados a la construcción de una escuela de fútbol en Haití .Su máxima aspiración, fue llegar a liderar el fútbol mundial. Tenía posibilidades, tenía buenos contactos. Incluso alcanzó la vicepresidencia de la UEFA. Pero nunca llegó más allá. Como mucho, presidió la final de la Eurocopa de Francia por la reciente dimisión de Platini por otro escándalo. Una foto, que ya no se repetirá, impensable hace años para este antiguo jugador del Atlethic.