El submarinismo es una actividad de riesgo. Esta semana falleció una persona y dos resultaron heridas en Cadaqués, Girona, tras explotar una cámara hiperbárica portatil instalada en su barco. El aparato se utilizaba para la descompresión tras las inmersiones submarinas. Aunque eran coralistas experimentados. Según Oscar Montferrer, de la Federación Catalana de Actividades Subacuáticas, "La subida que no ha hecho normal, haciendo paradas, se reproduce a base de ir quitando presión a la cámara". La práctica del buceo está en auge y supone un gran reclamo turístico en zonas como ésta, en el litoral del Garraf.  Pero en un deporte de riesgo como éste es fundamental que el equipo sea revisado periódicamete. Es importante seguir un ritual de control de botellas y etiquetaje y además ir siempre acompañado en las inmersiones. Cada inmersión supone un gran peligro. El cuerpo se somete a una presión extrema bajo el agua y los pulmones no funcionan de forma natural. Por eso, el ascenso a la superficie debe ser lento. 
-Redacción-