Armados y preparados como si se tratase de un terrorista yihadista, los policías vivieron momentos críticos y de máxima tensión en la operación de captura del tirador de Gavà, en el bosque de Muntanya de Mar. Encuentran al tirador del tanatorio escondido entre arbustos, donde es detenido. Ni es marroquí, ni ha sido un atentado. Su arma tampoco es un kalashnikov. Jorge Cordero Casas, veterinario español de 44 años, sin antecedentes policiales y con permiso de armas. Se sospecha que estaba cerca del tanatorio de Gavá porque, según una de las versiones, era el velatorio de su exsuegro, un hombre de 63 años que apareció muerto este lunes en Monroch del Camp. La munición de los disparos que recibió es la misma que se usó en otras dos ocasiones: un tiroteo en Vilanova i la Geltrú, en el que murió un camarero de nacionalidad húngara. Se investiga la relación de estos tres episodios. En su casa han encontrado numerosas armas.
-Redacción-