Vean el rescate in extremis de un joven de 28 años que se precipitó desde un desfiladero y tuvo la fortuna de poder agarrarse a un árbol.
Cerca de tres horas estuvo manteniendo el equilibrio para no caer al vacío. Casi tres horas pidiendo auxilio hasta que por fin le escuchó una familia y llamó a emergencias. No supieron indicar de dónde procedían exactamente los gritos. Incluso a los rescatadores les costó localizarle. Hasta que finalmente le vieron e iniciaron el complicado rescate.
En perfecto estado de salud y sólo con arañazos debido a la caída este joven de 28 años ha vuelto a nacer gracias a estos cuatro miembros del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias.