El 60 por ciento de los municipios españoles tiene menos de 1.000 habitantes. Ocupan el 40 por ciento de la superficie de España, pero apenas concentran el 3% de la población. La emigración ya no es sólo la única causa, también una bajísima natalidad y, como consecuencia, el envejecimiento de la población. Estos municipios son, además, poco atractivos para la inmigración. Frente a este despoblamiento, el sur de España, la costa mediterránea y la atlántica, la población está garantizada.
-Redacción-