Buñol se prepara para teñir un año más sus calles de rojo con la Tomatina. Siete camiones con 160 toneladas de tomates han puesto rumbo a la localidad valenciana donde mañana tendrá lugar la que es la batalla por excelencia. Esta edición habrá un punto de equilibrio entre diversión y seguridad con un aforo máximo de 22.000 personas que a tomatazo limpio llenarán de color calles, fachadas y balcones. Para garantizar la seguridad de todos los asistentes tras los atentados de Cataluña, el Ayuntamiento ha decidido no colocar estructuras fijas ni bolardos, sino que se pondrán vehículos policiales en puntos estratégicos para que en caso de una emergencia puedan circular las ambulancias. Lo que este año no cambia en esta fiesta, que reúne a gente de todo el mundo, son las ganas de disfrutar lanzando el máximo número de tomates al resto de contrincantes.
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