Es la guerra, de momento, de las declaraciones. A un lado Kim Jong-Un y la amenaza de Corea del Norte de lanzar misiles en los próximos días frente a las costas de Guam, un enclave militar estratégico para Estados Unidos en el océano Pacífico. Al otro, Donald Trump, que por tercera ocasión esta semana habla sin tapujos de atacar al régimen comunista si acaba cumpliendo sus planes. Esta vez no lo ha dicho en las redes sociales, sino de viva voz, en la residencia de Nueva Jersey donde pasa sus vacaciones más turbulentas.  "Si algo le pasa a Guam",  afirma, "Corea del Norte estará en un gran, gran problema". Lo asegura antes de hablar esta madrugada con el gobernador de la isla, que ha publicado el vídeo de la llamada en las redes sociales, y al que le ha dicho que "estamos contigo al mil por cien, estás a salvo." Sobre los planes militares a pregunta de un periodista, Trump dice que no hablará de ellos lo mismo que no diría que va a atacar Mosul, en Irak, en cuatro meses. "Podemos hacerlo o no", concluye. Beligerancia en público por la que el presidente chino, según su televisión estatal, y que concuerda con el canal de comunicación privado que mantiene supuestamente la Casa Blanca con el gobierno norcoreano desde hace meses, según han filtrado funcionarios estadounidenses. Entre tanto, y en medio de las estampas idílicas de  turistas este fin de semana en Guam, Japón ya ha empezado a movilizar sus baterías antiaéreas al oeste del país.