Los trabajadores de Eulen están indignados por la utilización política de su conflicto, algo que está incluso yendo a más. Por eso piden que callen los que no sean trabajadores afectados. Pero la Generalitat culpa al Estado del conflicto y aprovecha para pedir la gestión de El Prat. A los pasajeros que sufren las esperas y que, en general, se solidarizan con los trabajadores, no les gusta tampoco que se mezcle el independentismo con este problema. Mientras, el Ministerio de Fomento urge a las partes a llegar a un acuerdo.
-Redacción-