Diego vuelve hoy a asomarse al balcón de su negocio. Lo que vio y grabó desde aquí hace unos días no lo olvidará nunca. Una experiencia que, según él, te cambia. A él también le pilló cerca. Al llegar socorrió a un pequeño de cinco años al que refugió en el restaurante donde trabaja. El pequeño sique recuperándose en este hospital, donde el sábado recibió la visita de los reyes. Su hermana, ahí la ven, también herida, ya ha recibido el alta.