Trece jinetes, seis toros bravos y una multitud en Segorbe. A las dos en punto empieza el espectáculo y no hay pasillo que valga entre tanta gente. De una manera que parece imposible, los caballos consiguen abrirse paso entre la muchedumbre. Tan solo unos segundos que todos los espectadores quieren ver bien de cerca. Apenas son 450 metros, pero van cargados de emoción y adrenalina. Desde hoy y hasta el domingo, en el mismo lugar y a la misma hora se podrá ver la entrada de toros y caballos de Segorbe.