Son misiles crucero rusos. Sus objetivos centros de comunicación y almacenes armamentísticos del Estado Islámico.  Concretamente en Deir Ezzor, Siria. Que permanecía bajo tutela yihadista desde mayo de 2015. Esta región es de vital importancia por dos motivos: se trata de una zona rica en hidrocarburos y se presupone el escondite del líder del ISIS Abu Baker al Baghdadi. El apoyo ruso ha permitido al ejército regular sirio abrir una brecha en el seno del califato y sumar una importante victoria. El ministro de defensa ruso tacha de crucial esta ofensiva que indicaría el final de la lucha contra el Daesh. Mientras tanto, a 140 km, las milicias árabes y kurdas cercan la ciudad de Raqqa, capital de facto del Estado Islámico tras la pérdida de Mosul. El ISIS se desangra por dos frentes.Y el final del conflicto en Siria asoma entre el humo de la guerra.