Un enfermero alemán podría ser el responsable de hasta 84 asesinatos en dos clínicas de Oldemburgo, al norte del país. El hombre, de 40 años, ya cumple cadena perpetua por dos asesinatos. Inyectaba drogas mortíferas en pacientes para después tratar de reanimarlos y quedar como gran profesional ante sus compañeros, pero muchos no lograron ser reanimados. Las autoridades han desenterrado hasta 134 cadáveres en busca de pruebas, aunque podría haber más víctimas entre los que fueron incinerados, lo que convertiría a este enfermero en uno de los asesinos en serie más letales de Alemania.
-Redacción-