El petrolero cargado con gasóleo que se hundió este domingo en el puerto de la isla de Salamina ha dejado una gran balsa de fuel que está afectando a la fauna de esta zona griega. La embarcación había salido el pasado sábado de una refinería de petróleo próxima a Atenas, con un cargamento de más de 2.500 toneladas de combustible que habría comenzado a filtrarse cerca de Salamina, según un guardacostas. Él fue quien rescató a los dos tripulantes del buque, que fueron trasladados al hospital, de donde más tarde serían liberados. Los residentes locales han expresado su consternación al ver sus antiguas playas limpias cubiertas de lodo negro.
-Redacción-