Mientras todas las luces apuntaban al Wanda Metropolitano, el nuevo estadio del Atlético de Madrid,  nosotros compartimos con el Vicente Calderón la soledad de su primera tarde sin partido. Allí nos encontramos con Rodolfo y con su hija Sara, dos rojiblancos que se habían acercado al Paseo de los Melancólicos para despedir a un viejo amigo.
-Redacción-