La Fiscalía suma el delito de sedición a los que ya manejaba por los voluntarios de ANC que intentaron evitar que la Guardia Civil se llevase el miércoles a los detenidos de la Consellería de Economía. En la denuncia habla de concentraciones tumultuarias, insultos y amenazas a Mossos, Policías y Guardias Civiles y señala, incluso, una pancarta pidiendo la libertad de los detenidos. Actuaciones que asegura estaban perfectamente planeadas, hasta el punto de que los voluntarios de la ANC repartían a los manifestantes comida y bebida. El fiscal pone nombres y apellidos. El primero Jordi Sánchez, presidente de la ANC; el segundo Jordi Cuixart, presidente de Omnium Cultural. Los dos llamaron a la movilización permanente, una movilización que terminó con escenas, ahora denunciadas, como coches de Guardia Civil destrozados, abucheos, sentadas, carteles y pancartas. Tensión al límite cuando los agentes tuvieron que recurrir a los disparos para abandonar la sede de la CUP y evitar el ataque a un furgón policial. Hoy la ANC ha vaciado su sede de material por miedo a registros.
-Redacción-