Subido a la mesa del Parlamento con una silla en la mano. Es una de las imagenes que nos dejan los enfrentamientos en Uganda.
El parlamento del país africano se ha convertido en un campo de batalla entre gobierno y oposición.
Cualquier cosa sirve como arma arrojadiza, carteras cajas o micrófonos vuelan en medio de una sesión en la que 25 parlamentarios opositores acabaron expulsados a la fuerza y dos fueron detenidos.
La tensión no para de crecer a raíz de que el Presidente Museveni, que se perpetúa en el poder desde hace más de tres decadas, pretenda renovar su cargo por una legislatura más, con lo que sobrepasaría el límite constitucional de los 75 años de edad.
-Redacción-