Indigación y rabia entre los familiares y amigos de Rocío que se concentran ante los juzgados de Vinaròs para pedir justicia. Porque el pasado 14 de septiembre a las 22:30 la joven de 17 años y una amiga fueron atropelladas en una parada de autobús de Benicarló. En el lugar se personó la Policía Local, pero no dieron aviso a la Guardia Civil. Al conductor sólo se le hizo la prueba de alcoholemia, que dio negativa, y pudo volver a casa. Pero Rocío murió en el hospital y fue entonces cuando la policía, lo detuvo. Al realizarle el test de drogas, dio positivo. Ante la Jueza, el presunto autor del atropello, sus versiones eran contradictorias. Primero dijo que se quedó dormido al volante, luego que tomaba relajantes musculares y por último, que consumió sustancias después del accidente porque estaba muy nervioso. Aun así quedó en libertad. Lo único que piden es que ingrese en prisión preventiva hasta que se celebre el juicio. Ahora La Guardia Civil tiene que empezar la investigación desde cero dos semanas después del accidente. La otra chica que fue atropellada, resultó herida y está fuera de peligro.
-Redacción-