El diputado de Junts pel Sí Lluis Llach ha ejercido de maestro de ceremonias: "firmaremos la declaración de independencia". Lo han hecho, empezando por Carles Puigdemont, todos los diputados de Junts pel Sí y la CUP. Y han procedido a su lectura. A Marta Rovira le ha correspondido la parte en la que se asegura que "el pueblo de Cataluña es amante del derecho, y el respeto a la ley es y será una de las piedras angulares de la República". Pero ha sido la diputada de la CUP Mireia Boya quien lo ha leído. "Constituimos la República catalana como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social". La frase ha quedado ahogada por un largo aplauso. Un documento simbólico, sin validez jurídica, porque aunque ha sido firmado por los diputados de los dos grupos parlamentarios, ni se ha registrado ni se ha votado en la cámara catalana.
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