Se llama Horacio Llorens. Español y rey indiscutible del parapente aéreo. Ha viajado hasta Dinamarca para unirse como uno más a los estorninos que surcan el cielo danés. "No quiero molestar a los pájaros. Tan sólo quiero intentar volar con ellos y sentirme parte de su bandada por un momento, aunque solo sean unos pocos segundos". Sobrevolando las marismas pantanosas, busca a su bandada. Su canto les sitúa cerca y, finalmente, lo consigue. Bajo un sol moribundo, se convierte en uno de ellos en una coreografía perfecta. Cumpliendo, así, uno de sus sueños. "Para mí es un sueño hecho realidad". Ni sus cinco campeonatos mundiales, ni su récord Guinness le podrán dar las alas con las que ha compartido cielo en Dinamarca.
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