Los ocho prototipos del muro de México, erigidos. Se disponen a lo largo compitiendo los unos con los otros. Miden entre 5 y 9 metros y tienen que cumplir varias características: que no se puedan escalar ni cavar por debajo y que garanticen la seguridad de los agentes con barreras peatonales y vehiculares. Mientras tanto, esperan la aprobación del congreso estadounidense para ponerse en marcha. Pero Trump no cuenta con el apoyo de los congresistas y recalca que de una manera u otra México acabará pagando por él. Los mexicanos se plantan. Ni un solo peso para el muro.
Por ahora, la culminación de los prototipos no significa que el muro fronterizo sea un hecho, pero ayudan a presionar para hacer realidad el lema de campaña más sonado del presidente norteamericano.